Vecinos de Pichidangui Alzan la Voz Ante la Construcción de una Antena de Telecomunicaciones.

En Pichidangui, los residentes han expresado su creciente preocupación por la construcción de una antena de telecomunicaciones que ha comenzado recientemente sin la debida información ni permisos visibles. A pesar de los intentos de los vecinos por obtener claridad sobre el proyecto, han encontrado obstáculos significativos que han dejado a la comunidad sintiéndose vulnerable ante posibles riesgos para la salud y el bienestar de sus habitantes, especialmente para aquellos de la tercera edad.
La situación comenzó hace aproximadamente un mes, cuando se inició la construcción de la antena en un terreno cercano a las villas San Carlos y La Pradera. Según indican vecinos del sector, La presidenta de la Junta de Vecinos (JJVV), al consultar con el alcalde local, recibió la respuesta de que la situación corresponde a la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), lo que ha suscitado más preguntas que respuestas. “ Nos sentimos desamparados. No hemos recibido información sobre los permisos necesarios y la seguridad de que esta antena no nos afectará ”, comenta una vecina de Villa La Pradera, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
El descontento ha crecido entre los residentes, quienes, tras múltiples intentos de diálogo con autoridades locales, se han encontrado con un muro de silencio. Varios concejales, incluidos Carla Acevedo y Fabián Carvajal, han comentado sobre el tema en sesiones del concejo, según indican vecinos, pero no han podido ofrecer soluciones concretas. “ Es un tema que preocupa a todos en la comunidad, pero la respuesta del alcalde ha sido siempre la misma: esto es un asunto que debe resolver Subtel ”, le indica Acevedo a un vecino del sector, quien ha mostrado su interés en ayudar a los vecinos a obtener más información.
La Ley 20.599 establece que las municipalidades deben otorgar permisos de construcción y fomentar la participación ciudadana en estos procesos. Sin embargo, en este caso, muchos residentes sienten que sus derechos han sido ignorados. “ No se trata solo de una antena. Hablamos de la salud de nuestras familias. Hay estudios que demuestran que la exposición a la radiación puede tener efectos negativos en humanos y animales. La falta de transparencia en este proyecto es alarmante ”, afirma un portavoz del comité de Villa La Pradera.
El próximo 2 de julio se llevará a cabo una reunión que incluirá a representantes de Entel y a los miembros de la JJVV, donde se espera que los residentes puedan expresar sus preocupaciones. Sin embargo, algunos vecinos han decidido organizar una manifestación pacífica para esa misma fecha, buscando aumentar la presión sobre las autoridades y exigir respuestas claras y responsables. “ Queremos que se escuchen nuestras voces y que se respeten nuestros derechos. Es nuestro deber cuidar de nuestra comunidad y asegurarnos de que no se nos imponga un peligro ”, expresa un miembro del comité organizador de la manifestación.
A medida que se aproxima la reunión, la comunidad de Pichidangui se encuentra unida en su demanda de mayor transparencia y responsabilidad por parte de sus autoridades. Si bien el desarrollo de infraestructura esencial como las telecomunicaciones es importante, los vecinos insisten en que la salud y la seguridad deben ser la prioridad. En un mundo cada vez más conectado, no se puede ignorar el impacto que estas antenas pueden tener en la vida de las personas.
La situación en Pichidangui nos recuerda la importancia de que la participación ciudadana sea parte integral de los procesos de planificación y construcción. Los vecinos continúan firmes en su lucha por información y derechos, esperando que su voz sea escuchada en la reunión del 2 de julio, donde su futuro colectivo podría estar en juego. La comunidad espera que esta sea una oportunidad para sentar un precedente en cuanto al respeto hacia los ciudadanos en temas que afectan directamente su salud y bienestar.