La Trágica Historia de una Madre en UTI: Señales de Negligencia y Falta de Comunicación en el Hospital.

El caso de una madre que pasó por una experiencia traumática en la unidad de cuidados intensivos (UTI) ha dejado a su familia sumida en la tristeza y la indignación. A pesar de llegar al hospital caminando y hablando, su estado se deterioró rápidamente, y la familia alega que se presentaron múltiples irregularidades en su atención médica, desde diagnósticos confusos hasta la falta de alimentación e hidratación durante su internación. Este episodio ha abierto un debate sobre la calidad de atención en los hospitales y la necesidad urgente de una mayor transparencia en el tratamiento de los pacientes.
La historia comenzó cuando la señora Mirza del Rosario Toro Toro, fue admitida en el área de urgencias de el hospital de Illapel donde, según sus familiares, no se logró un diagnóstico adecuado. « Le hicieron varios exámenes, y al no poder sacarle sangre, utilizaron un tubo y le echaron la sangre que corría por su brazo «, afirma su hija Angélica Cortes Toro, visiblemente afectado por la situación.
Este tipo de prácticas, según expertos en salud, son inaceptables y pueden llevar a resultados erróneos.
A pesar de que la paciente llegó consciente y en condiciones de comunicarse, al día siguiente fue sedada. » La doctora nos insistió en que la gritáramos para que despertara, pero nunca lo hizo «. A lo largo de su estancia en la UTI, la señora Mirza estuvo siete días sin recibir alimentos ni líquido. » Estaba evidentemente deshidratada, y se notaba en su boca «, agrega su hija, quien también menciona que en varias ocasiones se encontraron con contradicciones entre los médicos que atendían a su madre. » Unos decían que hablaba cuando nosotros no estábamos, otros afirmaban lo contrario «.
Las preocupaciones de la familia aumentaron cuando el hospital decide trasladarla a otro hospital, solicitan autorización para entubarla, la familia se opone a firmar sin un diagnóstico claro, se sintieron atrapados en un sistema que parecía ignorar sus peticiones. » Exigimos ver los exámenes, no nos dejaron verlos, querían que firmaramos un documento para entubarla, sin entregarnos un diagnóstico claro «, expresa con frustración su hija Angélica.
A medida que los días pasaban, la familia observó que su madre presentaba heridas en la espalda, probablemente por no ser girada adecuadamente. » Nos dijeron que tenía neumonía, y cuando llegamos a visitarla, la ventana estaba abierta a pesar del frío. No entendíamos por qué «, señala su hija, quien recuerda que la justificación del personal médico fue que ella tenía fiebre.
El 15 de mayo de 2025, la madre falleció. Tras su muerte, la familia enfrentó otro obstáculo: la obtención de documentos médicos. « Nos negaron los informes y tuvimos que ir al hospital varias veces. Finalmente, cuando logramos conseguir la ficha clínica, era ilegible. Sentimos que era una falta de respeto «, comenta con amargura.
La familia también se dirigió a la dirección del hospital para exigir una explicación. “ Hablamos con el director, quien se identificó como ginecólogo, y nos prometió entregar los informes solicitados, pero nunca llegó ese informe ”, afirma su hija. La falta de seguimiento y la escasa comunicación del personal médico han dejado a la familia desalentada.
El caso plantea preguntas importantes sobre la atención médica y el manejo de pacientes en condiciones críticas. Los expertos en salud pública sugieren que es crucial mejorar la capacitación del personal, especialmente en unidades de cuidados intensivos, donde las decisiones rápidas y precisas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Además, la necesidad de una comunicación clara con los familiares es esencial para garantizar que se sigan los deseos y preocupaciones de los pacientes.
La dolorosa experiencia de esta familia resalta la importancia de la transparencia y la comunicación en los hospitales. A medida que se investigan las circunstancias que rodean la muerte de la paciente, la historia de su madre se convierte en un llamado a la acción para que se implementen cambios significativos en la atención médica.
La familia, aún sumida en el duelo, espera que su trágico caso pueda tener justicia, tomarán acciones legales e indican que quede establecido de que » cada vida es valiosa y merece un cuidado adecuado y humano «